¿Tú quieres o tú eres eso? o Cómo salí del clóset

El 12 de abril será un día que nunca olvidaré. Es el día en que más Auria me sentí. Subí al escenario de la marcha por la igualdad con mi enamorada y le di un beso cuando preguntaron por una pareja real. Los asistentes aplaudían y silbaban, yo estaba increíblemente cómoda y feliz: además deSigue leyendo «¿Tú quieres o tú eres eso? o Cómo salí del clóset»

Como una planta – Junio del 2014

Salgo de mi casa hacía el trabajo y decido llevarme la planta que mi tía más cariñosa me ha regalado. Es una planta que sé, un día tendrá una flor azul. Me pregunto si la debo llevar en una bolsa además de su maceta. No, no: quiero que la vean. En el micro, la genteSigue leyendo «Como una planta – Junio del 2014»

Hermanos Karamasov

«No hay nada más noble, más fuerte, más sano y más útil en la vida que un buen recuerdo. Incluso si conservamos uno solo, este único recuerdo puede ser nuestra salvación». «Si el sufrimiento de los niños sirve para aumentar la suma de dolores necesarios para llegar a la verdad, la verdad no vale tanto»Sigue leyendo «Hermanos Karamasov»

En la habitación de mi cabeza – junio del 2014

Escucho una pelea en la otra habitación, es como si miles de obreros de construcción civil usaran taladros para romper muros y a la vez discutieran, gruñeran y pelearán con voces rechinantes de mujeres locas: construyen rompiéndome los tímpanos y el temple. Gritan. Me sorprende que hagan tanto ruido, sé que están en una habitaciónSigue leyendo «En la habitación de mi cabeza – junio del 2014»

El valor del obstáculo – Entrevista a Victoria Santa Cruz

«¿El hecho de ser negra y mujer en latinoamérica ha sido un obstáculo? – Me he dado cuenta que ha sido un obstáculo, y luego me di cuenta que el obstáculo cumple un rol ¿quién en mí se molesta? ¿quién reacciona y desde dónde? Si uno empieza a descubrir el rol del obstáculo, se compromete,Sigue leyendo «El valor del obstáculo – Entrevista a Victoria Santa Cruz»

La «a», la «o» y mi abuelita analfabeta

Conocí a Manuela, mi abuela paterna, cuando tenía seis años. Llegar a su casita en las faltas de una montaña de Cajamarca nos tomó a mi papá y a mí dos días, tres ríos crecidos y cinco horas de caminata entre desiertos y selva alta. Yo vivía en Chachapoyas, Amazonas. Solía insistir con conocer a laSigue leyendo «La «a», la «o» y mi abuelita analfabeta»

La puerta del porvenir

¿Qué motiva a este personaje a hacer lo que está haciendo? ¿Cuál es la acción dramática? El profesor sonríe: no le atinamos. No importa el «¿por qué?», sino el «¿para qué?», nos dice. El «¿por qué?» es fácil, facilísimo: es el pasado ¿Por qué hiciste eso? Podrías perderte años explicando y estarías quieto, petrificado como unaSigue leyendo «La puerta del porvenir»