El otro día escuché a una mamá (que tendría mi edad) hablar con su hijito de tres años en Awajún. Yo no entendía nada, eran como ardillas o pajaritos conversando. Mientras la madre hablaba le acariciaba la mejilla y le abrigaba; el niño la miraba y respondía un poco fastidiado.
Recordé este poema:
:::Vietnam::::
Mujer, ¿cómo te llamas? -No sé.
¿Cuándo naciste, de dónde eres? -No sé.
¿Por qué cavaste esta madriguera? -No sé.
¿Desde cuándo te escondes? -No sé.
¿Por qué me mordiste el dedo cordial? -No sé.
¿Sabes que no te vamos a hacer nada? -No sé.
¿A favor de quién estás? -No sé.
Estamos en guerra, tienes que elegir. -No sé.
¿Existe todavía tu aldea? -No sé.
¿Éstos son tus hijos? -Sí.
– Wislawa Szymborska-