Voy a llegar a tu salvaje paz y me reconocerás por las ondas de alegría de mi cuerpo, que bailará a tu compás, con la corriente tibia del norte.
Alrededor habrá vida y muerte en equilibrio. Y, aunque el tiempo del encuentro sea breve, en mi casa de recuerdos danzarás eternamente.
©Auria Paz Aguilar
2014